El mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee. (Umberto Eco)

domingo, 31 de julio de 2016

Transmetropolitan, de Warren Ellis y Darick Robertson

Por Er-Murazor domingo, julio 31, 2016 , , , Sin comentarios
Transmetropolitan es un tebeo de ciencia ficción (ligeramente) cyberpunk guionizado por Warren Ellis, dibujado por Darick Robertson y publicado en 60 entregas entre 1997 y 2002. Como dato editorial curioso, hay que decir que empezó en Helix, un sello que la editorial DC creó para publicar obras de ciencia ficción y terminó en Vertigo, el sello adulto "para todo" de la misma editorial.

Warren Ellis es un escritor con una vena provocadora y bastante gamberra. No llega a los extremos de un Garth Ennis, pero a veces le falta poco. Sabiendo eso, una obra suya tiene pocos números para gustarme porque soy un poco perezoso para el humor de sal gruesa. Cogí este tebeo, por tanto, con bastantes reticencias. Y me sorprendí muy gratamente, porque me ha gustado mucho. Ellis se queda a gusto con todas las gamberradas y barbaridades que se le ocurren, pero cuela una trama interesante, unos personajes totalmente disparatados pero muy entretenidos y algunos ataques a la sociedad actual muy afilados.

Transmetropolitan es la historia de Spider Jerusalem, un antiguo periodista que trabajaba en el diario más importante de la Ciudad (una megalópolis sin nombre que simboliza el crecimiento urbano más desenfrenado e inhumano). Spider era politoxicómano, misógino, misántropo, egoísta, desconsiderado y despiadado con amigos y enemigos, pero sus jefes le permiten todo esto porque es muy bueno en su trabajo. Hace cuatro años, su periódico le encargó cubrir las elecciones presidenciales y Spider se entregó a la tarea de desacreditar a un líder político que era... bueno, que era Donald Trump, básicamente. Este candidato, al que Spider apodó "la Bestia", ganó las elecciones y Jerusalem, asqueado del mundo, se retiró a una cabaña en el monte y se dedicó a seguir drogándose y hacer vida salvaje hasta adquirir un aspecto sospechosamente parecido a Alan Moore.

Eso fue hace cuatro años, y la historia comienza cuando el editor de las novelas de Spider lo localiza y le recuerda que le debe dos novelas. Spider se niega a hacer nada que tenga que ver con la civilización, pero el editor le recuerda que tiene un contrato y debe cumplirlo o lo enchironará. Resignado, Spider vuelve a la civilización y para ganarse la vida apalabra una columna de actualidad semanal con un periódico. Hay nuevas elecciones presidenciales y La Bestia se presenta a la reelección, pero Spider no quiere limitarse a hablar de política. De esta forma, la subtrama política permea la serie, pero hay pequeños arcos o números autoconclusivos donde se habla de niños abandonados, sectas modernas y cualquier aspecto de la civilización que Ellis y Robertson quieran criticar. Spider se ve auxiliado (u obstaculizado) por dos "asquerosas ayudantes" (como él las llama) que le pone el periódico y cuya relación con él pasa del odio al simple desprecio (no estoy seguro de que a Ellis le hubieran dejado escribir algo tan incorrecto hoy en día).

La serie se desarrolla frenéticamente. El detallado dibujo de Robertson le viene como anillo al dedo y ayuda a entrar en situación. Es sorprendente que un dibujante de línea más o menos clara y procedente de Marvel sea capaz de dibujar tanta basura diferente, pero lo consigue y eleva aún más la calidad de la obra.

La serie concluye bastante bien (algo sumamente difícil en estos casos) y deja con bastantes ganas de más. Pese a que algunos gags se van repitiendo (el disruptor intestinal que Spider utiliza como arma) ninguno llega a hacerse cansino. Muy recomendada.

     (5/5)

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Y, el último hombre de Brian K. Vaughan y Pia Guerra

Por Er-Murazor domingo, julio 31, 2016 , , , Sin comentarios
Y, the last man (traducido por Y, el último hombre en España) es una obra de ciencia-ficción realizada por el guionista Brian K. Vaughan y la dibujante Pia Guerra publicada en USA entre los años 2002 y 2007.

La premisa de Y es muy sencilla: Un día (que podría ser hoy, no está ambientada en el futuro) mueren todos los mamíferos con cromosoma Y del planeta. Hombres, perros, gatos, ardillas,... todos los machos del planeta fallecen dejando solo a las hembras de su especie. ¿Todos? ¡No! Una heroica aldea resiste, hoy y sie... digo, por una razón desconocida sobreviven Yorick Brown y su mono amaestrado Ampersand. La historia de Y es la historia de cómo Yorick, la agente secreto 355 y la doctora Alison Mann tratan de encontrar la respuesta a la plaga para repoblar el planeta.

En una obra como esta, lo menos importante en realidad es qué ha causado la plaga o qué va a pasar con los protagonistas. Vaughan tiene bastantes recursos para narrar las consecuencias inmediatas que tiene la desaparición de la mitad de la Humanidad (gobiernos vacíos, accidentes masivos de tráfico y el colapso de la civilización en general). Diversos países afrontan de distintas maneras lo sucedido. La gente enloquece, hay suicidios, surgen sectas,... Las posibilidades son infinitas y Vaughan tiene buenas ideas para aprovecharlas.

El primer pero que se le puede hacer a la obra es lo que elige contarnos el autor. Vaughan sería en su momento guionista de Lost y, como en esa serie, se muestra más interesado por el viaje personal que por el ambiente que los personajes atraviesan. El trío protagonista va atravesando zonas de EE.UU. primero y países del mundo después y solo nos muestran retazos de las situaciones mientras Yorick, 355 y la doctora Mann se embarcan en inacabables disquisiciones filosóficas sobre la vida, la muerte y lo que se les ocurra. A ver, es una opción y el autor no engaña a nadie (el protagonista tiene nombre de personaje de Shakespeare), pero es un poco frustrante que situaciones con mucho potencias se abandonen porque toca terminar un tomo y empezar el siguiente. La cosa se agrava si, como es mi caso, Yorick se hace totalmente insoportable. Tiene 22 años al comienzo de la obra, pero su madurez y tolerancia a la frustración es equivalente a la de un crío de diez años menos. Ni siquiera le queda la opción de justificarse en la traumática situación que está viviendo, ya nos dicen desde el principio que él venía así de serie. Hay un arco argumental sobre un trauma infantil del protagonista que en su momento estuvo a punto de hacerme abandonar la serie.

La temporalización es otro pero que se le puede poner a esta obra. Ya he dicho que las interrupciones entre tomos se notan demasiado. A veces se va leyendo y los personajes terminan la acción en un sitio para desplazarse al siguiente de forma demasiado abrupta, casi como si fueran pantallas de un videojuego. Además, la obra se desarrolla en tiempo real, lo cual para mi representa otro inconveniente. En las series de TV se nota menos, porque si uno ve una temporada en plan maratón, al final se ha tragado veinticuatro horas de imágenes. Se hace suficientemente largo como para que nos podamos creer que ha pasado un año. Pero los tebeos se leen bastante más rápido, y cuando uno se lee doce tebeos y le dicen "ha pasado un año", la sensación que queda es de interrupción. Y realmente tampoco es muy necesario ese salto, no hay nada en la trama (hasta el final) que necesite que transcurran meses para ser contado. En algunas tramas incluso es algo increíble, porque tenemos que creernos que los personajes pasan meses sin reaccionar ante ciertas situaciones hasta que todo explota y entonces toman medidas.

He hablado mucho del insoportable Yorick porque las otras dos protagonistas están algo menos perfiladas. 355 es una agente del gobierno obsesionada con su misión (en este caso, proteger a Yorick) y bastante plana al principio, y la doctora Mann es una bióloga que cree tener algo que ver con la plaga. Más interesantes son los personajes con los que el trío protagonista se va encontrando y las diversas opciones que han tomado para afrontar la vida en el nuevo mundo.

En una obra donde se explora una sociedad sin hombres, es inevitable hablar de teorías feministas. Los autores recogen bastante bien el tema (creo que en este tebeo es donde primero leí yo el concepto de "patriarcado") y aparecen desde mujeres a las que el tema filosófico les da igual y solo quieren sobrevivir hasta las que defienden teorías más o menos radicales que consideran justificadas por la nueva situación. Los autores son más o menos asépticos y no se inclinan por defender ninguna teoría en concreto, aunque yo creo que abogan soterradamente por la igualdad, porque al final el mundo plenamente femenino no es ni mejor ni peor que el que tenemos ahora, viéndose reproducidos muchos de los defectos de la sociedad actual. También es verdad que la sociedad que nos muestran está recién separada de los hombres, y puede caber la duda de si evolucionará con el tiempo en algo mejor.

El dibujo de la obra es claro y limpio, casi con reminiscencias del francobelga. Quizá a una obra como esta le pegara un trazo más sucio, pero lo cierto es que yo lo agradezco (ya dije en la reseña de Scalped que el dibujo feísta estuvo a punto de echarme de la lectura) aunque es verdad que en algunas escenas concretas parece demasiado naïf.

Para concluir, el final de la obra eleva mucho el nivel de la misma. A la hora de darle explicación a la plaga, Vaughan opta por no dar una respuesta definitiva, sino que diversos personajes van soltando sus hipótesis, que son más elaboradas cuanto más avanza la obra. A mi me convence por completo una de ellas porque explica qué ha pasado y, sobre todo, por qué precisamente dos machos y ninguno más han sobrevivido. La conclusión está muy bien hecha (aunque el destino de uno de los personajes se me hace precipitado) y el último número deja muy buen sabor de boca. Aún así, yo habría preferido un desarrollo más centrado en el ambiente y menos en los personajes, pero todo no se puede tener.

     (3,5/5)
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domingo, 24 de julio de 2016

Scalped, de Jason Aaron y R. M. Guéra

Por Er-Murazor domingo, julio 24, 2016 , , , Sin comentarios
Iniciamos una nueva sección en este blog dedicada al comentario de tebeos  ya que este mes de julio me he dado una buena mano de leer viñetas.

La primera obra que he devorado este mes de julio es Scalped, un tebeo de género negro negrísimo guionizado por Jason Aaron y dibujado por R. M. Guèra. En USA constó de sesenta entregas mensuales que aquí en España recopilaron las editoriales Planeta y ECC en diez tomos y que ahora está reeditando la propia ECC en tres tomacos gordotes. [2]

He dicho "devorar", aunque en puridad mi enamoramiento con la serie comenzó en el segundo tomo planetario (número 7 USA). El guionista utiliza la técnica de comenzar a contar las cosas in media res, y la verdad es que el primer tomo se me hizo largo.

Lo que nos cuentan en esta serie es el retorno de Dashiell Caballo Terco a su lugar de nacimiento del que huyó quince años atrás: la reserva india de Prairie Rose (Dakota del Sur) cuyos habitantes languidecen atrapados por la delincuencia, las drogas y, en general, la apatía por la vida. Un ambiente totalmente deprimido acentuado por el dibujo feísta de Guèra y cuyo comienzo recuerda inevitablemente a la novela Cosecha Roja de Hammett (lo cual nos da otra pista de que el nombre del protagonista no es casualidad). El dueño absoluto de Prairie Rose es Lincoln Cuervo Rojo, padre de una antigua novia de Dashiell y dueño de un casino de próxima inauguración que (se supone) traerá fortuna a la reserva.

Si bien desde el primer número Jason Aaron no escatima las sorpresas (empezando por el verdadero motivo de la vuelta de Dashiell a Prairie Rose), es a partir del número 7 USA cuando realmente entramos en la historia. Mediante flashbacks muy bien narrados, los autores nos cuentan detalles del pasado de todos los protagonistas, consiguiendo que el lector empatice hasta con un cabrón como Cuervo Rojo, que por momentos se convierte en el verdadero protagonista de la obra.

Scalped es una gran obra. Una vez situadas todas las piezas en el tablero, la historia comienza a fluir alternando momentos de enorme acción (Aaron sigue la máxima "si no sabes cómo seguir la historia, haz que disparen a alguien") con otros de introspección y desarrollo de personajes. Se intercalan varios flashbacks que, aunque interrumpen la trama principal, no estorban por lo bien contados que están.

Para terminar, debo también alabar el final de la obra. Aaron consigue cerrar todas las tramas que abre de forma lógica y coherente. Hay personajes irreconocibles si se les compara con lo que eran al principio, pero la evolución es totalmente lógica. El final tiene tintes agridulces, como debe ser en una buena obra de género negro. Podría acusarse de precipitación a la resolución de la trama principal (el regreso de Dash a Prairie Rose), pero en realidad era imposible resolverlo de otra forma. Una obra totalmente redonda.



     (5/5)


[1] Creo que esto son "comics", pero yo siempre me lío con esto de las nomenclaturas entre comics, novelas gráficas y demás, así que llamo tebeos a todo

[2] Del tema de las ediciones de DC en España ya hablaremos otro día. Yo tengo la edición doble Planeta-ECC, pero el record de ediciones en mi tebeoteca lo tiene Sandman, que inicié con Zinco, continué con Norma y rematé con Planeta. Cuando me compre el Sandman Overture de ECC tendré la misma obra con ¡cuatro! editoriales distintas.
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sábado, 9 de julio de 2016

El tiempo es el que es, de Anaïs Schaaff y Javier Pascual

Por Er-Murazor sábado, julio 09, 2016 , , Sin comentarios

Como ya saben todos los que me conocen, soy bastante fan de la serie de TVE (por ahora) El Ministerio del Tiempo. Esta serie nos cuenta cómo hay una agencia temporal fundada por la reina Isabel la Católica que controla una serie de puertas que viajan al pasado de España. La misión de esta agencia (el Ministerio del título) es vigilar que la Historia transcurra tal como la conocemos, ni mejor ni peor porque, como dice el lema de la serie, "El tiempo es el que es".

Este, precisamente, es el título de la novela que nos ocupa hoy, y que narra tres aventuras protagonizadas por los personajes de la serie. Se trata, por tanto, de un típico libro franquicia, y tiene todas las ventajas e inconvenientes de este tipo de productos.

Cuando una franquicia lanza un producto de estas características, normalmente tiene dos opciones: Se puede hacer el libro atractivo para todos los públicos intentando aumentar el target del producto principal, o bien realizar un libro exclusivamente para fans. En mi opinión, estamos ante el segundo caso. Amelia, Julián y Alonso, al igual que el resto de secundarios, son tal cual los vemos en la serie, pero no me atrevería yo a recomendarle esta obra a alguien que no hubiera visto ningún episodio. No es una buena obra para iniciarse en el Ministerio.

Una vez que decides que tu obra va a ser para fans, lo normal es tratarles bien, así que el libro tiene fan service por un tubo. A mi no me molesta, porque soy fan, pero en ocasiones llega a ser abusivo. Así, podemos ver a Alonso de Entrerríos siendo un auténtico soldado hideputa en la primera misión, algo que en la serie todos tenemos siempre ganas de ver. También hay multitud de referencias a la cultura popular salpicando el libro, y en mi opinión en este aspecto se pasan a veces. Curiosamente, dos personajes bastante populares entre los fans (Angustias e Irene) apenas aparecen en la novela.

En cuanto a la obra en sí, sus autores son guionistas de la serie, y eso se nota. Las ideas son buenas, pero la calidad literaria se resiente un poco. Yo habría agradecido que un escritor profesional hubiera dado un último pulido al libro. No está mal escrito, pero se nota que el fuerte de los escritores es, sobre todo, los diálogos. La legibilidad se resiente especialmente en la última misión, que es la más descriptiva.

Las tres misiones son interesantes. En la primera, la patrulla temporal viaja al Medievo y se encuentra con que cierto famoso personaje histórico no es lo que parece (esta es una trama recurrente en la serie). Un relato muy dinámico y donde, como digo, el personaje de Alonso de Entrerríos tiene la ocasión de lucirse en batalla que el presupuesto le niega en la televisión.

La segunda misión es consecuencia de la primera. Se desarrolla en un barco del siglo XVII y la trama principal es una variación del clásico enigma de la habitación cerrada. Aparece como protagonista inesperada una famosa (para mi totalmente desconocida) ¿heroína? de nuestro Siglo de Oro, la llamada Monja Alférez. Aquí la novela también recoge la costumbre de la serie de no centrarse exclusivamente en los personajes históricos más conocidos. Esta misión es la más breve de las tres, lo cual es de agradecer porque la premisa da para lo que da.

La última misión se desarrolla en la posguerra española, cuando Europa está sumida en la Segunda Guerra Mundial. Como digo, es la misión que menos me ha gustado. Aquí no hay personajes históricos famosos, sino que la trama se centra en lograr que cierta operación que hizo mucho daño al Reich alemán se realice como cuentan los libros. El fan service en esta ocasión es la recuperación del personaje de Lola Mendieta (secundaria habitual de la serie) que está bastante mal utilizada. Aparte de la emoción por saber que se trata de ella, se genera una paradoja temporal (Lola recibe información sobre su futuro que, aparentemente, no va a utilizar nunca) que no se resuelve y, analizado fríamente, la verdad es que el papel de Lola lo podría realizar cualquier mujer que pasara por allí.

En resumen, se trata de un producto únicamente recomendable para fans. La novela recoge perfectamente el espíritu de la serie, pero tampoco es una obra imprescindible.


     (3/5)
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